DOMINGO -VI- DEL T. O. –A-

PRIMERA LECTURA

A nadie obligó a ser impío

Lectura del libro del Eclesiástico. Eclo 15, 15-20

S
I quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad.
Él te ha puesto delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que quieras.
Ante los hombres está la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo que prefiera.
Porque grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder y lo ve todo.
Sus ojos miran a los que le temen, y conoce todas las obras del hombre.
A nadie obligó a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

LA LIBERTAD, PRINCIPIO INALIENABLE    

El autor del libro del Eclesiástico se plantea delante de la realidad del ser humano algo que es irrefutable: LA LIBERTAD que el hombre goza para optar en la vida por lo que quiera, por lo que crea o por lo que le apetezca… solo él y nadie más que él puede tomar decisiones por sí y para sí y, en consecuencia, nadie más que él es responsable de aquellas decisiones que tome: tendrá que responder de sus aciertos o de sus equivocaciones.
El autor pone delante del hombre como en una bandeja el bien y el mal, la vida y la muerte y el camino que lleva a una y otra opción y, lógicamente, las consecuencias de ambas decisiones.
El ser humano es un ser libre y, por tanto, puede elegir un camino u otro; ésta es una cualidad que nadie nos puede quitar, ni tampoco nosotros podemos abdicar de ello, pues es lo que nos distingue fundamentalmente del resto de seres de la tierra.
Ante nosotros se presentan las grandes opciones, los grandes proyectos de la humanidad, las grandes causas; los dos grandes extremos de la humanidad están en nuestras manos: la VIDA y la MUERTE.
Va a depender de la opción que cojamos en la vida para que todo tome un sentido u otro; va a depender el camino que cojamos para que se originen unos acontecimientos u otros, para que conozcamos una gente u otra, para que vivamos unas experiencias u otras… en nuestras manos está la capacidad de hacernos a nosotros mismos.
Cada uno nacemos con un proyecto de grandeza y un encargo de realizarlo; la vida, Dios nos marca un camino que nos lleva al éxito, pero también está ahí a nuestro alcance otro camino que nos lleva a la perdición, en nuestras manos está el seguir uno u otro.
Desgraciadamente hoy se sostiene que el camino en el que se realiza la libertad verdadera no es el que nos hace dueños a nosotros mismos de nuestras decisiones, sino el que nos fuerza a dejarnos arrastrar por la fuerza de los instintos naturales que tenemos y que nos nivelan con todos los animales de la tierra, con lo que “libertad” es igual a “degradación” o igualación con el resto de especies de la naturaleza.

Salmo responsorial
Sal 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34 ( R.: 1b)

R/.
   Dichoso el que camina en la ley del Señor.

        V/.   Dichoso el que, con vida intachable,
                camina en la voluntad del Señor;
                dichoso el que, guardando sus preceptos,
                lo busca de todo corazón.   R/.
R/.   Dichoso el que camina en la ley del Señor.

        V/.   Tú promulgas tus mandatos
                para que se observen exactamente.
                Ojalá esté firme mi camino,
                para cumplir tus decretos.   R/.
R/.   Dichoso el que camina en la ley del Señor.

        V/.   Haz bien a tu siervo: viviré
                y cumpliré tus palabras;
                ábreme los ojos, y contemplaré
                las maravillas de tu ley.   R/.
R/.   Dichoso el que camina en la ley del Señor.

        V/.   Muéstrame, Señor, el camino de tus decretos,
                y lo seguiré puntualmente;
                enséñame a cumplir tu ley
                y a guardarla de todo corazón.   R/.
R/.   Dichoso el que camina en la ley del Señor.

SEGUNDA LECTURA
1 Cor 2, 6-10
Dios predestinó la sabiduría antes de los siglos para nuestra gloria

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

Hermanos:
Hablamos de sabiduría entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino que, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman».
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

 VIVIR EN DIOS  
S. Pablo continúa dando respuesta al problema que se ha encontrado en Corinto donde están confundiendo algunos el cristianismo con una doctrina filosófica de las que predican los diferentes maestros que existen por la ciudad.
Pablo habla de una sabiduría distinta que no se basa en silogismo ni razonamientos humanos, habla de la sabiduría de Dios que está por encima de todos nuestros esquemas y de todos los sabios a la que jamás pueden llegar con sus teorías.
Lo que Cristo ha hecho con su muerte y su resurrección como conclusión de su entrada en la naturaleza humana, ha sido  insertarnos en la misma sabiduría de Dios, hemos pasado a ser sus hijos y por tanto, nuestro fin supremo es identificarnos con él en la resurrección, por tanto, nuestra vida, nuestras decisiones, nuestra forma de pensar, de actuar, de vivir ha de estar en consonancia con lo que somos y con lo que vivimos y esperamos que está muy por encima de lo que muchas veces nos piden nuestros instintos; conectando de esta manera con el mismo esquema de pensamiento que tiene Platón de los dos mundos: superior, en el que se encuentran los grandes ideales, el BIEN y el inferior compuesto por instintos y el mundo de la materia… el MAL


Aleluya
Cf. Mt 11, 25
R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
        porque has revelado los misterios del reino a los pequeños.   R/.


EVANGELIO (forma larga)
Así se dijo a los antiguos; pero yo os digo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 5, 17-37


EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas:
no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.
Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y silo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.
Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”.
Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer —no hablo de unión ilegítima— la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”.
Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».

Palabra del Señor.
EVANGELIO (forma breve)
Así se dijo a los antiguos; pero yo os digo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 5, 20-22a. 27-28. 33-34a. 37


EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado.
Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”.
Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”.
Pero yo os digo que no juréis en absoluto.
Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».
Palabra del Señor.

ROMPER SIN HERIR    
           S. Mateo se mueve con una comunidad que viene del judaísmo y no acaba de cortar el cordón umbilical; en este ambiente y en esta cosmovisión  de dividir el mundo en dos planos: el de arriba habitado por la divinidad y el de abajo habitado por la materia subyugada y sometida a la divinidad… en esta visión del mundo  ha de encajar lo que para él es la columna vertebral del mensaje de Jesús: “El sermón del monte”, por otro lado, no puede echar por tierra todo lo que se ha venido diciendo desde Moisés y todos los profetas, entonces introduce la doctrina de Jesús, que viene a ser el cumplimiento total y supremo de todo lo que hasta el momento se ha dicho y, en Él queda superado y completado todo lo que dijo Moisés y los profetas: “Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley”.
           Mateo intenta hacerle ver a la comunidad que no hay oposición alguna entre lo que dijeron Moisés y los profetas y lo que ha dicho y hecho Jesús, sino todo lo contrario: en Jesús, todas esas normas dadas a nuestros antepasados, tienen ahora su cumplimiento en plenitud; Jesús no ha venido a destruir nada: “El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el Reino de los Cielos”, pues todo lo dicho por la ley y los profetas tiene actualidad y validez, lo único que hay que ponerle es lo que le falta: a la frialdad de muerte de la ley hay que inyectarle la vida del Espíritu que Dios quiso que tuviera, a una letra muerta le falta la vida que Cristo viene a darle.
           De todas formas, el cambio radical que Cristo introduce en la cosmovisión del mundo y de las leyes, hasta hoy sigue produciendo escándalo para muchos cristianos y no cristianos que prefieren seguir en aquella cosmovisión, del que sigue sintiendo que nació: para llegar a vivir en un segundo plano, sin embargo su único destino es vivir bajo la esclavitud, sea de los poderosos o de sus mismas tendencias, que a la postre es la misma esclavitud revestida de otra forma.