Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
PRIMERA LECTURA
«Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios habita en una
tienda».
Natán dijo al rey:
«Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo».
Aquella noche vino esta palabra del Señor a Natán:
«Ve y habla a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Tú me vas a construir una
casa para morada mía?
Yo te tomé del pastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi
pueblo Israel. He estado a tu lado por donde quiera que has ido, he suprimido a
todos tus enemigos ante ti y te he hecho tan famoso como los grandes de la
tierra. Dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que resida
en él sin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño,
cuando nombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos
tus enemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa.
En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré
descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su
reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo.
Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para
siempre”».
CADA UNO EN SU SITIO
anunciaré tu fidelidad
por todas las edades.
Porque dijiste: «Tu
misericordia es un edificio eterno»,
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
V/. «Sellé una alianza con mí elegido,
jurando a David, mi
siervo:
Te fundaré un linaje
perpetuo,
edificaré tu trono para
todas las edades». R/.
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
mi Dios, mi Roca
salvadora”.
Le mantendré
eternamente mi favor,
y mi alianza con él
será estable. R/.
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los Romanos. Rom 16, 25-27
HERMANOS:
Al que puede consolidaros según mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo que
proclamo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante
siglos eternos y manifestado ahora mediante las Escrituras proféticas, dado a
conocer según disposición del Dios eterno para que todas las gentes llegaran a
la obediencia de la fe; a Dios, único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
V/. He aquí la
esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra. R/.
EVANGELIO
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era
aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu
vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu
pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la
que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Palabra del Señor.
PRIMERA LECTURA