DOMINGO XXIX DEL T. O. -C-

PRIMERA LECTURA
 Lectura del libro del Éxodo 17, 8‑13
Mientras Moíses tenía en alto la mano, vencía Israel

En aquellos días, Amalec vino y atacó a los israelitas en Rafidín. 
Moisés dijo a Josué: 
—«Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón maravilloso de Dios en la mano.» 
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; mientras Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. 
Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel; mientras la tenía baja, vencía Amalec. Y, como le pesaban las manos, sus compañeros cogieron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. 
Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol. 
Josué derrotó a Amalec y a su tropa, a filo de espada. 
Palabra de Dios. 

REFLEXIÓN

SERVIR DE INTERMEDIARIOS  

            El pueblo de Israel tiene una conciencia muy clara de algo que es inapelable: Dios ha estado a su lado y ha sido quien ha posibilitado que consigan la libertad, pues ellos no tenían posibilidad de enfrentarse a nadie, su única arma es la fuerza de Dios que el autor lo expresa con la actitud orante de Moisés.
            La imagen de Moisés orando y sirviendo de intermediario con el pueblo, es perfectamente aplicable al momento que vive la iglesia en un tiempo en el que explícitamente se niega a Dios y hasta se considera un estorbo para el desarrollo de la “libertad”.
            El gran problema de muchísimos cristianos hoy, es justamente el haber perdido el sentido espiritual de la vida y se mueven en una actitud pragmática, convirtiendo la relación con Dios y la vida espiritual en una devoción que no tiene nada que ver con la vida.
            Es muy probable que, llevada por ese espíritu pragmático, la iglesia ande poniendo su fuerza en “pactos” con los que no quieren saber nada de Dios y en muchos momentos los pactos políticos y económicos, tengan más fuerza que la postura abierta a favor del plan de Dios.
            Para que se nos haga más inteligible el tema de la “lucha” de la iglesia por el reino, podríamos poner un ejemplo: ¿Cómo es posible que teniendo a los niños desde muy pequeños en colegios religiosos y cristianos, salgan de ellos sin conocer a Jesús y odiando a la iglesia? ¿Cómo se explica que la gran mayoría de dirigentes políticos que se revuelven contra la religión y la iglesia y se lanzan en verdaderas persecuciones hayan sido educados en colegios católicos?
            Es muy posible que hayamos devaluado o cambiado el tema de la intercesión y andemos “pactando” con el enemigo y no con Dios

Salmo responsorial Sal 120, 1‑2. 3‑4.  5‑6.  7‑8 (R.: 2)

 R El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.
R El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 

 No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa el guardián de Israel. R. 
R El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
 de día el sol no te hará daño,
 ni la luna de noche. R.
R El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 

El Señor te guarda de todo mal, el guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
 ahora y por siempre. R.
R El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 

SEGUNDA LECTURA

 Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo     3, 14 ‑ 4,2
El hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena

Querido hermano: 
Permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste y que desde niño conoces la sagrada Escritura; ella puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación. 
Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la virtud; así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena. 
Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir. 
Palabra de Dios. 

REFLEXIÓN

LA FIDELIDAD ES FUENTE DE ENERGÍA 
            Pablo le pide a Timoteo que se mantenga fiel a la misión que ha recibido: ser testigo y transmisor de la palabra que ha recibido en beneficio de la comunidad y no en su propio provecho; por eso, le pide que no la anule con ningún otro interés que se interponga: “proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir”.
                Pablo entiende que lo que han recibido, tanto él como Timoteo, no es suyo y, por tanto, debe ser entregado con absoluta fidelidad. En esto está toda la fuerza y será lo que haga que se mantenga la fortaleza y la efectividad del mensaje; por eso le pide a Timoteo que no lo dañe, mezclándolo con otros intereses; de su obediencia, de su fidelidad  y de su escucha es de donde proviene toda la fuerza.. 

Aleluya Hb 4, 12
La palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón. 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 1‑8
Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
—«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
"Hazme justicia frente a mi adversario."
Por algún tiempo se negó, pero después se dijo:
"Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»
Y el Señor añadió:
—«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

LA ORACIÓN ES FUENTE DE VIDA   
Uno de los problemas que le vendría a los discípulos es el desánimo y el desaliento ante las dificultades que se le presentaban para establecer el reino en el mundo, que fue la misión que les dejó; ¡demasiado difícil el encargo!
Peor aún cuando todo lo tenían en contra. Lucas ve este peligro y la realidad palpable y entonces, como hace siempre, echa mano a dichos de Jesús que trae a colación para que no se desanimen, sigan trabajando sin desalentarse, indicándoles que la obra es de Dios y no de ellos. Lo único que les está pidiendo y que deben hacer es no desanimarse y seguir adelante contra viento y marea; para no venirse abajo les deja una clave: la oración, que será lo que haga que los mantenga siempre en estado de alerta y con el deseo vivo para responder al momento que se encuentren.
Para que lo vean de una forma vivencial, les expone la parábola de la viuda con el juez, al final tiene que hacer la justicia, en este caso, el reino se implanta por encima de todas las dificultades cuando hay alguien que se lo toma en serio y a cada momento insiste en su empeño. Ellos han de ser como la viuda.
El problema que ocurre con esta parábola es que tiene un final que no siempre coincide con lo que ocurre en la realidad: aquí se hace justicia y ella siente la alegría de verse atendida, pero en la vida ordinaria, ocurre la gran mayoría de las veces lo contrario: hay gente que se pasa toda su vida luchando y no ve los resultados, es más, con frecuencia encuentra hasta la muerte… Basta con mirar lo que está ocurriendo en la actualidad: la cantidad de refugiados y de gente huyendo de la guerra y de la muerte que hay implantada y todo el mundo se dirige al cielo pidiéndole a Dios que meta su mano y pare de una vez todo esto; estamos viendo cómo cada vez hay más pobres en el mundo y menos ricos muchísimo más “gordos”  y vemos que Dios permanece en silencio y sentimos ganas de decirle ¡Hasta cuándo, Señor!
Estamos viendo cómo se está poniendo en peligro el planeta tierra, nada más que por la avaricia de unos cuantos y nadie frena esto… no nos queda más alternativa que mirar al cielo y la fe se tambalea y hay mucha gente que, como al principio, se siente hundida y termina por retirarse, pues no siente ya ánimos para decir “Padre, “que venga a nosotros tu reino”, pues vemos que lo que prospera no es el reinado de la justicia, sino del odio, de la mentira, de la opresión… y hay cada vez más desequilibrios, más pobres, más esclavos, más degradación, hasta el punto que muchas veces pensamos que estamos como en la época de Sodoma y Gomorra…
Y en el fondo esperamos que Dios responda como en Sodoma y Gomorra, es que hemos cambiado muy poco la mentalidad y seguimos pensando como los judíos de aquel tiempo, pero no es esa la imagen que nos deja Jesús: para Él, el Dios Abba que nos presenta va por la actitud de dar la vida más que la venganza, el perdón y la misericordia más que el castigo; lo vemos al lado de los pobres, de los oprimidos y no al lado de los poderosos que aplastan y reprimen.
Pero el creyente, sabe que el proyecto es de Dios y él se pone en sus manos y deja que todo fluya como él quiere, para eso la única arma que tiene es la oración que será la que lo mantiene en tensión.
Para un cristiano hay algo seguro: Dios se ha bajado, se ha quedado en este mundo, se ha comprometido con la historia, ha inaugurado su reino y ha prometido que al final, se ha de imponer por encima de todas las fuerzas del mal al que ha vencido. Esta es nuestra seguridad y nuestra fuerza; se trata, pues, de afianzarse en esto y mantenerse firmes.
No, Él no se ha ido y nos ha abandonado, Él vive con nosotros, lucha, sufre, y se alegra a nuestro lado. La clave está en sentir esta realidad y eso solo es posible a través de la oración. Esta es la misma experiencia de Moisés: a través de la oración se mantiene viva la esperanza y la fuerza del pueblo en la lucha.