DOMINGO XXIII DEL T.O. –B-




 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de Isaías 35, 4‑7ª

Los oídos del sordo se abrirán, la lengua del mudo cantará

 

Decid a los cobardes de corazón:

*Sed fuertes, no temáis.

Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará+

Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará.

Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa; el páramo será un estanque, lo reseco un manantial.

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

JUSTICIA Y PERDÓN VAN UNIDOS   

 

            El profeta Isaías es consciente, porque él mismo está sufriendo en sus carnes el aplastamiento al que está sometido el pueblo y por las dificultades que atraviesa, entonces vuelve a reanimarlo dándole una palabra de aliento y de ánimo reavivándole la esperanza de una próxima liberación: “Animo, no temáis, mirad a vuestro Dios que trae la venganza y el desquite…” Dios mismo va a venir y va a ajustar las cuentas a todos los opresores. Como signos de su presencia y de su llegada, que todo el mundo podrá ver serán: “Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará”. Serán los signos inequívocos de que el Mesías está ya aquí.

            El pueblo que ha sufrido tanto y espera y desea una reparación para que su sanación sea completa, no solo de las heridas físicas, sino de las morales y espirituales, por eso pide la venganza y el desquite.

            Cuando leemos estos textos despacio y los analizamos a la distancia, nos escandalizamos al tener que considerar esta actitud de desquite y de venganza como palabra de Dios y nos quedamos atónitos cuando vemos que esos mismos sentimientos de venganza son los mismos que tenemos hoy ante cualquier político ladrón que ha robado al pueblo y ahora anda burlándose de él; quien más quien menos desea que las pague todas juntas y no aceptamos el perdón mientras no se dé la justicia, en cambio Dios sigue hablando de perdón y de regeneración que no excluye, de ninguna manera, el que se devuelva todo lo robado y se practique la justicia.

 

 

Salmo responsorial Sal 145, 7. 8‑9a. 9bc‑10 (R/.:1)

 

R/. Alaba, alma mía, al Señor.

 

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,

que hace justicia a los oprimidos,

que da pan a los hambrientos.

El Señor liberta a los cautivos. R/.

R/. Alaba, alma mía, al Señor.

 

El Señor abre los ojos al ciego,

el Señor endereza a los que ya se doblan,

el Señor ama a los justos,

el Señor guarda a los peregrinos. R/.

R/. Alaba, alma mía, al Señor.

 

Sustenta al huérfano y a la viuda

y trastorna el camino de los malvados.

 El Señor reina eternamente,

tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

R/. Alaba, alma mía, al Señor.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

 

Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 1‑5

)Acaso no ha elegido Dios a los pobres para hacerlos herederos del reino?

 

Hermanos míos:

No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo.

Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso.

Veis al bien vestido y le decís: *Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.+ Al pobre, en cambio: *Estate ahí de pie o siéntate en el suelo.+

Si hacéis eso, )no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos?

Queridos hermanos, escuchad: )Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

SIGNOS DE IDENTIFICACIÓN          

 

            Santiago, manteniendo la misma línea que observábamos en 1,17, pide a la comunidad de Jerusalén la coherencia de la fe; si anteriormente aclaraba las cosas para evitar el peligro de caer en una espiritualidad vacía y barata sin conexión con la vida, hoy pide de nuevo coherencia, que no está en seguir esquemas humanos por los que nos dejamos guiar por la apariencia, por el dinero, por el poder o por el prestigio. Cuando estos esquemas humanos los aplicamos a la vivencia de la fe, indican que está muerta o que es una fe falsa, pues no son los criterios de Jesús los que marcan el camino, sino otros y Santiago deja bien claro que no podemos ser servidores del poder ni del dinero.

            Para Santiago, practicar la discriminación basados en criterios de poder o de dinero, es no reconocer a Dios y no acoger su revelación que nos ha hecho en Jesucristo.

  En definitiva, Santiago hace un reclamo de la fraternidad como norma base y signo identificativo de la comunidad cristiana y, como fruto inmediato de la puesta en práctica del mandamiento del amor que Cristo nos dejó.

            Esto que, como actitud de vida resulta grave, lo es mucho más cuando se realiza en una celebración eucarística, que es cuando debería aparecer con toda claridad el signo de igualdad fraterna que nos distingue ante el mundo.

            El mensaje de Santiago supone hoy una llamada fuerte a la iglesia, no solo en sus actitudes ordinarias, sino en la práctica de sus celebraciones de donde han desaparecido los pobres.

 

 

Aleluya Mt. , 23

Jesús proclamaba el Evangelio del reino, curando las dolencias del pueblo.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31‑37

Hace oír a los sordos y hablar a los mudos

 

En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos.

Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo:

-“Effetá”, esto es: “Ábrete.”

Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad.

É1 les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían:

-“Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.”

Palabra del Señor.

 

 

REFLEXIÓN

 

LA SORDERA DEL ESPÍRITU

 

Es interesante que nos detengamos un momento frente a la imagen que nos presenta el evangelio de hoy: Jesús que se encuentra con un sordo.

            La figura del sordo es muy utilizada por los profetas porque es muy elocuente para transmitir un mensaje: el sordo es la persona que vive aislada por completo de los demás, está cortada su comunicación, por eso ni oye ni habla, vive su mundo particular y no le interesa nada de lo que ocurre a su alrededor, vive completamente cerrado.

            Esta actitud física, cuando las traspasamos a una actitud moral, ética, social o espiritual, es uno de los signos más claros y evidentes del egoísmo feroz que destruye a una persona.

            S. Marcos utiliza la imagen del sordo, por tanto, para describir la actitud de la persona cerrada, ensimismada y hacer una llamada a la comunidad; por lo tanto, podemos leerlo como la curación de un sordo físico, pero también puede entenderse como la conversión de alguien que ha encontrado en Jesús la luz.

            Es interesante ver cómo Jesús le grita: “¡¡ Ábrete!!” Es que lo peor que le puede ocurrir a una persona es que se cierre en sus esquemas, en sus intereses y todo lo mire desde ahí; no quiera escuchar a nadie y automáticamente se convierte en un juez inmisericorde de los demás o en un fanático peligroso.

            El grito de Jesús al sordo debe ser escuchado hoy en muchos sectores de la iglesia que desde un ángulo u otro tiene el peligro de cerrarse y no escuchar más que lo que les conviene o está en la línea que a ellos les interesa.

            Si nos encerrarnos hoy en esquemas preconcebidos, sin capacidad para discernir la propuesta del Señor y la llamada que nos va haciendo el mundo, es tanto como asumir que no tenemos respuesta para nada ni para nadie y que, por tanto, vivir encerrados es tanto como estar muertos y aceptar que estamos enterrados.

 

 

 

DOMINGO XXII DEL T.O. –B-


PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro del Deuteronomio 4, 1‑2. 6‑8

No añadáis nada a lo que os mando..., así cumpliréis los preceptos del Señor

 

Moisés habló al pueblo, diciendo:

-“Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.

No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.@

Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿Cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?”

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

SIGNOS DE IDENTIDAD  

 

            El momento que nos presenta el texto de hoy es justamente cuando el pueblo está cerca de llegar a la tierra prometida y Moisés está también muy cercano a su muerte. Él se da cuenta en las condiciones en las que se encuentra el pueblo: en él existen grandes desequilibrios sociales y, en todo el tiempo que vienen caminando, se han ido olvidando de muchos preceptos a los que se habían comprometido en la Alianza.

            Moisés ve que la relevancia del pueblo ante las naciones no puede ser por la fuerza, por las armas, por el poder ni por las riquezas, pues nada de esto posee; únicamente se hará respetar ante todos los pueblos por su actitud: por su honradez, por su limpieza, por sus valores y principios que son los que le ha dejado Dios y por lo único que podrá ser reconocido ante todas las naciones que, cuando los conozcan dirán: “Esta gran nación es ciertamente un pueblo sabio y sensato”. Por eso ha de mantener una actitud de  “escucha” a las indicaciones que le va dando Dios, que es su única fuente de verdad y de sabiduría, su única fuerza y su única señal de identidad, por eso han de recordar a diario esta profesión de fe y ha de ponerla en práctica, de lo contrario, el día que lo olvide y deje de escuchar y seguir las indicaciones de Yahvé, ese mismo instante será aniquilado de la tierra; en cambio, si es fiel, vivirá y será respetado por todos los pueblos de la tierra y eso será motivo de gloria y alabanza: será reconocido como un pueblo sabio y sensato.

            Este razonamiento de Moisés con respecto a su pueblo, podríamos hacérnoslo hoy y aplicarlo a cualquiera de las naciones de la tierra: ¿Qué país lucharía hoy por distinguirse ante el resto por su honradez, por su limpieza moral, política, económica, social? ¿Qué país lucharía hoy por distinguirse ante el resto por su solidaridad, por su acogida, por su respeto a la vida, a la cultura, a la persona…? La verdad es que todos lo estamos deseando, pero nadie se atreve ni a nombrarlo.

 

Salmo responsorial Sal 14, 2‑3a. 3bc‑4ab. 5

 

R/.  Señor, )quién puede hospedarse en tu tienda?

El que procede honradamente

y practica la justicia,

el que tiene intenciones leales

y no calumnia con su lengua. R/.

R/.  Señor, )quién puede hospedarse en tu tienda?

 

El que no hace mal a su prójimo

ni difama al vecino,

el que considera despreciable al impío

y honra a los que temen al Señor. R/.

R/.  Señor, )quién puede hospedarse en tu tienda?

 

El que no presta dinero a usura

ni acepta soborno contra el inocente.

El que así obra nunca fallará. R/.

R/.  Señor, )quién puede hospedarse en tu tienda?

 

 

SEGUNDA LECTURA

Llevad a la práctica la palabra

 

Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 17‑18. 21b‑22. 27

Mis queridos hermanos:

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra.

Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.

Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos.

La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

LA VERDADERA PRACTICA RELIGIOSA            

 

            Comenzamos este domingo la lectura de la carta de Santiago, el primer responsable de la comunidad de Jerusalén (Hch.12, 17; 15,13; Gal. 1,19)

            Santiago invita a la comunidad a vivir en la verdad, para que ellos mismos sean como el primer fruto que produce esa verdad que han recibido y en la que han sido insertados por el bautismo, de tal manera que pueda ser algo percibido por todos los que los conocen.

            Santiago tiene muy claro que la palabra que ha recibido tiene por si misma poder y fuerza, pero solo se activa el momento en que, el que la acoge la pone en práctica; es necesario que la palabra encuentre un corazón que la acoja y esté dispuesto a llevarla a la práctica y no solo que quede en sonidos vacíos y sin sentido.

            Si la palabra es escuchada, pero no se acoge, no produce salvación, sino que, por el contrario, genera en el hombre una falsa relación con Dios que desconecta lo que se dice de lo que se hace.

            Por eso, Santiago advierte que la verdadera práctica de la fe y el verdadero culto religioso, no son las palabras, sino las obras: socorrer a los huérfanos y a las viudas y mantenerse LIMPIOS DE LA CORRUPCIÓN DEL MUNDO.

            Esta llamada que hace hoy Santiago a la comunidad de Jerusalén es algo que la iglesia entera y cada cristiano en particular, deberíamos recordar cada día que nos levantamos.

 

                                                  

Aleluya St 1,18

El Padre, por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.

 

EVANGELIO

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 1‑8. 14‑15. 21‑23

            En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos.

            (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)

            Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:

            -“¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?”

            É1 les contestó:

            -“Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:

“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.”

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.+

            Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo:

            -“Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.”

Palabra del Señor.

 

 

REFLEXIÓN

 

SUSTITUIR A DIOS POR LA RELIGIÓN 

 

La discusión que suscita Jesús con los letrados y fariseos por una actitud que Jesús toma frente a una tradición de purificarse antes de comer, es la misma que hoy día tenemos entablada con el cumplimiento de leyes, ritos y formas, frente a la vivencia sincera de la verdad y la autenticidad.

            El problema no está en cumplir o no cumplir lo establecido, sino en vivir desde lo hondo lo que se hace; el cumplir se puede hacer sin el espíritu, en cambio la vivencia desde el espíritu te lleva al cumplimiento de la norma.

            Jesús quiere apuntalar justamente el espíritu de la norma, que es a lo que ciertamente se le teme y se ha olvidado.

            S. Marcos recoge el texto y quiere presentar la lección a la comunidad, frente a los peligros que acechan de convertir las practicas religiosas en una evasión o en un cumplimieto sin sentido, de ritos vacios de contenido.

            La comunidad primera recordará siempre a Jesús, no como un cumplidor obsesionado por la letra de la ley, sino como el que buscó siempre hacer lo que quería su Padre y cumplir fielmente su voluntad; las leyes, las costumbres, la religión, los ritos… no tenían el valor de fin, sino de medios, para realizar justamente esa voluntad de Padre, de tal forma que, cuando alguna de estas cosas se lo impedía, tenía bien claro que antes que la ley, el rito, la costumbre… estaba Dios.

            Jesús tuvo  como dos frentes constantes de oposición: uno fue el de la religión, convertida en un ritualismo seco, vacío, que cumple al pie de la letra lo establecido y deja una imagen estricta, pero muerta y el otro frente fue el utilizar la religión como parche que tapa la ausencia de la vida: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Que normalmente están hechos por hombres, para sostener intereses o para desviar otras cosas.

            El gran pecado que nos puede invadir es quitar a Dios del horizonte y, en su puesto, establecer nuestras leyes o nuestras costumbres que lo asfixian todo y no tienen en cuenta a la persona para nada.

 

 

 

DOMINGO XXI DEL T.O. –B-


PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de Josué 24, 1‑2a. 15‑17. 18b

Nosotros serviremos al Señor: (es nuestro Dios!

 

En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo:

-“Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.”

El pueblo respondió:

-“¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: (es nuestro Dios!”

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

LIBERTAD Y PROGRESO   

 

            El texto nos presenta el momento cumbre del éxodo: han salido de Egipto, han conseguido la libertad, han atravesado el desierto, donde han tenido que enfrentarse, no ya a los capataces egipcios, sino a ellos mismos; han podido constatar cómo Dios ha estado a su lado todo el tiempo sin dejarlos hasta conseguir lo que querían… Ahora han atravesado el Jordán y se encuentran en la tierra prometida que han de conquistar y tomar posesión de ella.

            Es el inicio de una nueva etapa y Josué reúne a todos los dirigentes del pueblo para hacer lo que hoy podríamos llamar la constitución que va a marcar el camino desde este momento en adelante; esa nueva constitución se ha de conducir bajo la guía del Dios que los ha sacado de la esclavitud y los ha convertido en un pueblo libre o bajo la guía de quien ellos determinen.

            Josué se adelanta a todo ellos y proclama por dónde piensa dirigirse él con toda su familia; ahora puede decidir cada uno con plena libertad. La asamblea contestó a una sola voz: “Lejos de nosotros abandonar al Señor, Él es nuestro Dios, Él nos sacó de Egipto, Él ha hecho prodigios ante nuestros ojos y nos ha protegido durante todo el camino…”

            Es imposible resistirse a comparar la situación de Israel con la de nuestra Europa: cuando llega el momento crítico de hacer una carta magna de esta Europa que nació bajo la inspiración de “Los Diez Mandamientos” que son proclamados como principios de Derecho Natural y en los que se inspira todo el pensamiento político, moral, espiritual, ético y social de Europa.

            Cuando se piensa en la “Nueva Europa”, lo primero que se quitó de en medio fue la referencia a Dios y prefirió cerrar los ojos a su pasado, a su historia, a sus raíces… que han sido los principios que la han llevado hasta donde se encuentra y a construir un ordenamiento de la vida gracias a los principios y valores que le dio la fe, con un código natural que aseguraba los valores humanos más elementales… Decidió, pues, borrar todo eso de su ideario y lanzarse al futuro bajo la guía del relativismo y el subjetivismo, con la vista puesta en el dios dinero a quien ha proclamado como su único horizonte.

            Los resultados los estamos soportando ya y, lo peor, es que caminamos a la deriva y a esto le llamamos “libertad” y “progreso”

 

 

Salmo responsorial     Sal 33, 2‑3. 16‑17. 18‑19. 20‑21. 22‑23

 

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento,

su alabanza está siempre en mi boca;

mi alma se gloría en el Señor:

que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

Los ojos del Señor miran a los justos,

sus oídos escuchan sus gritos;

pero el Señor se enfrenta con los malhechores,

para borrar de la tierra su memoria. R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

Cuando uno grita, el Señor lo escucha

y lo libra de sus angustias;

el Señor está cerca de los atribulados,

salva a los abatidos. R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

Aunque el justo sufra muchos males,

de todos lo libra el Señor;

él cuida de todos sus huesos,

y ni uno solo se quebrará. R/

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

La maldad da muerte al malvado,

y los que odian al justo serán castigados.

El Señor redime a sus siervos,

no será castigado quien se acoge a él. R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 21‑32

Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia

 

Hermanos:

Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano.

Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo.

Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia.

Él se entregó a si mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son.

Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.

*Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.+

Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

IGUALDAD ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER 

 

         El texto hace claramente referencia a un código de comportamiento que han de tener aquellos que se consideran “familia de Dios”.

            En este momento se ha levantado una acusación contra los cristianos porque dicen que con su doctrina y con sus prácticas, están amenazando la estabilidad social del imperio, pues consideran la plena igualdad entre el hombre y la mujer; entonces Pablo intenta dar una explicación del sentido de lo que confiesan: para dar una explicación asequible a todos, utiliza la comparación del cuerpo que ya ha utilizado para expresar lo que es la iglesia (un cuerpo del que cada uno somos un miembro vivificado por un mismo principio vital que es el Espíritu Santo) y Cristo es la cabeza.

            El matrimonio es la iglesia en pequeño: un cuerpo en el que el padre es la cabeza y la madre es el cuerpo; ninguno de los dos puede vivir sin el otro y ambos se necesitan porque ambos son la misma cosa y ambos han de estar sometidos el uno al otro, de la misma manera que no se puede pensar en Cristo sin su iglesia ni a ésta sin Cristo.

            Una lectura feminista del texto está desvirtuando el sentido y separando los términos, de tal manera que los pone en confrontación y en pelea por posesión de poder y relevancia, rompiendo de esta manera la unidad perfecta del ser humano compuesto de MUJER-HOMBRE.

            Es triste que esta lectura feminista, de la misma manera que la machista, no han hecho sino dividir al ser humano y convertirlo en un contrincante y en un “enemigo” el uno del otro.

 

Aleluya Jn.  6, 63c. 68c

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;

tú tienes palabras de vida eterna.

 

EVANGELIO

)A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna

 

  Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 60‑69

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:

-“Este modo de hablar es duro, ¿Quién puede hacerle caso?”

Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:

-“¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.”

Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo:

-“Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.”

Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.

Entonces Jesús les dijo a los Doce:

-“¿También vosotros queréis marcharos?”

Simón Pedro le contestó:

-“Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.”

Palabra del Señor

 

 

REFLEXIÓN

 

“EXCUSAS PARA JUSTIFICAR COBARDIAS” 

            Cuando escuchamos a Jesús que nos dice: «Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, algunos de vosotros no creen». Es imposible dejar de aterrizar en la situación que estamos viviendo y sentir que tienen una resonancia que es atronadora y sigue levantando verdaderas polvaredas.

            Estoy pensando en las grandes romerías de la iglesia a esos centros de peregrinación, en donde podemos encontrar las cosas y actitudes más inverosímiles (no voy a detallar ninguna de las cosas que se encuentran y se hacen en esas grandes concentraciones que se realizan y que la iglesia propicia, pues todo está con el sello de la Santísima virgen o el Señor)

            Mientras tanto, suena como un eco la palabra de Jesús: “Esto os mando: Amaos unos a otros como yo os he amado… y en esto conocerán que sois de los míos, en que os amáis los unos a los otros… y en esto se resume toda la ley y los profetas… Yo soy el pan vivo, el que come mi cuerpo y bebe mi sangre vivirá eternamente… El que no está unido a mi, es como el sarmiento desgajado de la vid, se seca y se corta para echarlo al fuego…”

            Y estas palabras son Espíritu y Vida, y no otras palabras venidas de otro sitio ni de otra fuente, sin embargo, escuchar esto daña los oídos; hay que descafeinarlo, rebajarlo… obviarlo.

            A pesar de estar tan claro, algunos no creen ni dejan que alguien se lo tome esto en serio, pues consideran que desestabiliza el tinglado y puede poner en peligro, por el daño que puede causar a los sentimientos de algunos.

            Por eso, cuando alguien siente que se le mueve el piso, que es imposible mantener su postura falsa delante de la palabra de Dios, decide echar marcha atrás y optan por sentirse traicionados por la iglesia y rompen radicalmente con ella. Al fin y al cabo no es más que la excusa que andaban buscando para desligarse de aquello que les exigía hacer un cambio de su vida, pero es más duro aceptar que no somos capaces de ser coherentes y  es mucho más fácil encontrar la excusa para tirar piedras justificando mi echada atrás. 

 

DOMINGO XX DEL T. O. -B-



 

Lectura del libro de los Proverbios 9, 1‑6

Comed de mi pan y bebed el vino que he mezclado

 

La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: *Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia."+

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

LAS FUERZAS DE LA VIDA

 

            El autor del libro de los proverbios intenta dar una lección sencilla de la vida para que pueda ser entendida por todos y presenta el escenario de la vida con dos fuerzas en contraposición, dos fuerzas que se encarnan en dos personajes: la SABIDURÍA y la NECEDAD, ambas en constante oposición y ambas intentando coger adeptos para sus filas y llevarlos a su escuela.

            Lógicamente, el fin de cada una es absolutamente contrapuesto: uno lleva a la felicidad y a la vida y el otro lleva a la desgracia y a la muerte.

            En el pasaje que nos presenta la liturgia de hoy se hace la descripción de la casa de la SABIDURÍA: una casa apoyada en siete columnas, bien ordenada y estable, con austeridad pero con dignidad; en ella se ha preparado un banquete y envía a sus servidores para que inviten, no solo a sus amigos, sino también a los ignorantes, a los incautos y participen de su banquete para que se llenen de alegría, de paz, de felicidad y de amistad.

            Se supone que entre los invitados que ha aceptado y el maestro que invita, se crea una relación estrecha de amistad y colaboración que los convierte en parte de su misma familia compartiendo el “sentido común”, el pensamiento y la prudencia en la vida a la hora de actuar.

            Claramente se percibe la referencia de la sabiduría a Dios que invita a seguir el camino que marca su ley y que lleva a la vida y a la felicidad.

            La traducción al ambiente que vivimos es de una actualidad enorme: la “Necedad” ha implantado su escuela con tal fuerza, que parece arrasar y ha logrado tergiversar las cosas de tal forma, que al quitar los referentes de la vida y autoproclamarse el hombre como principio y norma de vida, todo puede ser y no ser al mismo tiempo, todo puede ser bueno y malo al mismo tiempo, dependiendo de la situación que se vive… y el problema del ignorante, es que cree que el único sabio es él y los demás son unos estúpidos a quienes hay que hacer desaparecer.

 

Salmo responsorial Sal 33, 2‑3. 10‑1 1. 12‑13. 14‑15 (R/.: 9a)

 

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

Bendigo al Señor en todo momento,

su alabanza está siempre en mi boca;

mi alma se gloría en el Señor:

que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

Todos sus santos, temed al Señor,

porque nada les falta a los que le temen;

los ricos empobrecen y pasan hambre,

los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

Venid, hijos, escuchadme:

os instruiré en el temor del Señor;

)hay alguien que ame la vida

y desee días de prosperidad?     R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

Guarda tu lengua del mal,

tus labios de la falsedad;

apártate del mal, obra el bien,

busca la paz y corre tras ella. R/.

R/.  Gustad y ved qué bueno es el Señor.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 15‑20

Daos cuenta de lo que el Señor quiere

 

Hermanos:

Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos.

Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere.

No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu.

Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor.

Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

MANTENERSE EN TENSIÓN  

 

            S. Pablo se dirige a la comunidad de Éfeso que se está dejando influenciar por gentes con ideas extrañas que invitan a relajarse y a perder la tensión que Cristo nos pide mantengamos, estando alertas para no bajar la guardia: ellos vivían en las tinieblas, pero han renacido a la luz y han dejado la necedad en la que estaban metidos. No pueden seguir en el mismo camino; han de estar siempre pendientes para buscar con sabiduría la voluntad de Dios, estando siempre atentos a su propia conducta, para que sea el Espíritu del Señor el que la guíe y no otra fuerza o interés.

            No pueden desperdiciar la oportunidad que se presenta en el momento presente, para hacer visible y real lo que son y lo que confiesan: la sensatez, la sabiduría, pues los tiempos que viven son duros y lo están necesitando y son el signo clara de vivir en la sabiduría de Dios.

            No pueden caer en la estupidez de desanimarse y entrar por el camino de la decepción y el desaliento que incita a la borrachera, a la lujuria, al robo, a la violencia… que son los apetitos que más a mano tenemos y que más nos asedian.

            El consejo de Pablo a los efesios nos viene hoy a nosotros como anillo al dedo para los momentos que vivimos, en los que nos asedian fuerzas por todas partes que nos dicen que no vale la pena resistir ni luchar y nos invitan a dejarnos arrastrar al mismo aparcamiento del placer y la violencia del que advierte Pablo.

 

 

Aleluya Jn 6, 56

El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él

-Dice el Señor-.

 

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 51‑58

Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

-“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.”

Disputaban los judíos entre sí:

-“¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”

Entonces Jesús les dijo:

-“Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.

El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.

Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.”

Palabra del Señor.

 

 

REFLEXIÓN

 

EL PROBLEMA DE LA EUCARISTÍA  

 

S. Juan se enfrenta al grave problema que levanta Jesús entre la gente : israelitas, griegos, romanos y hasta para muchos cristianos, Jesús no es entendido; el tema fue de una gravedad enorme, de manera que muchos empezaron a dar marcha atrás, ya que decían que era algo que no les entraba en la cabeza: el problema que subyace para  los no creyentes es que no se puede entender como hay una gente que celebran con gran alegría y gozo la muerte de su Maestro y Señor y cómo han llegado a transformar las cosas que en la cruz dicen está la libertad… esto rompe todos los esquemas imaginables.

En el fondo lo que hay es una incomprensión total del misterio de Cristo: Jesús ha resucitado, ha pasado por encima del dolor y del tormento y ha superado el cerco incomprensible de la muerte, resucitando y viviendo ahora en sus seguidores, para quienes se ha convertido en principio de vida y en sentido de su existencia. La muerte y la resurrección de Jesús han liberado a sus seguidores del peso de las religiones que atosigan con sus normas y mantienen al hombre atado a sus prácticas leyes y ritos.

Jesús se presenta como el sentido único y supremo de la vida y de todo: “Él es el pan que ha bajado del cielo para alimentar a los hombres”; para los cristianos, las esperanzas  de un libertador y de un sistema nuevo que les haga sentirse superiores a los demás han quedado superadas, ya no sueñan en un mundo abstracto ni en unas esperanzas mesiánicas, sino que existe una verdad única que les lleva a una forma de existencia concreta que transforma al ser humano y dispone a vivir en paz y en comunión con los demás.

Esto que fue algo sorprendente en su tiempo y que dio al traste con un sistema aplastante desde todos los niveles de forma que los cristianos fueron capaces de hacer que entrara aire fresco y liberador para todos los hombres, hoy ha llegado a enrarecerse de tal manera que estamos viendo cómo la Eucaristía está perdiendo toda su fuerza, su ser, su atractivo… hoy no dice nada, no celebra la vida de la comunidad, no expresa un Espíritu de fraternidad, ni siquiera una fe en Jesucristo.

  Son muchos años los que lleva la iglesia muy preocupada en las formas, en los ritos, en la doctrina, en el oficialismo y se ha venido insistiendo en la obligación de cumplir una norma, pero no de celebrar la fe y la vida; incluso no se han integrado los signos y las formas de la vida dentro de la liturgia y, con dolor, estamos viendo cómo lo que es el corazón, el fundamento y la base de la vida cristiana, está quedando relegada a convertirse en un acto social, en un rito, “parche” para programas y hasta para rellenar horarios… y todos se quedan callados sin decir nada y sin atreverse a hacer que la Eucaristía recupere su ser de “Alianza de Dios  con su pueblo” y, por lo mismo, referente supremo de la vida de la iglesia.